1. Conserve los horarios para su alimentación y un apropiado consumo de agua.
2. Monitoree su peso para evitar incrementos indeseados debidos al alto consumo.
3. Realice ejercicio todos los días, comparta con su familia, salga de caminata a ver lindos sitios cercanos a tu hogar. Recuerde que nadar, trotar, jugar un partido, te ayudan a relajarse, de paso tonifica su cuerpo y acelera el gasto de calorías.
4. Evalúe los alimentos que vaya a consumir en la calle, evite intoxicaciones, asegúrese de que estén bien empacados; vigile la fecha de vencimiento, que el olor, color, sabor y textura correspondan a las características del producto.
5. Controle el exceso de alimentos grasosos y dulces, prefiera como comidas rápidas las ensaladas de frutas, salpicones, jugos, son una alternativa más saludable.
6. Elija bebidas con bajo aporte de calorías, naturales, sin azúcar o endulzadas con edulcorantes.
7. Verifica el menú en los restaurantes y busca las alternativas bajas en calorías.
8. Disfruta de menús variados, bajos en grasa, azúcar y calorías, en porciones moderadas
9. Prefiere carnes pulpas, asadas, a la plancha, chuzos, acompañados de una porción de harina y mucha ensalada; también sandwich, o una ensalada mixta, con jugo natural
10. En caso de tener alternativas de productos bajos en calorías o dietéticos, tome esta opción.
11. Solicita que te traigan una porción pequeña y evita repetir.
12. Come más liviano durante el día, si planificas disfrutar de un menú especial en la noche.
13. Recuerda que los cocteles y el vino para acompañar las comidas pueden añadirle muchas calorías al plato.
14. Cerciórese de que el licor no esté adulterado, adquiéralo en fuentes confiables.
15. Cuando este consumiendo bebidas alcohólicas evite ingerir sandia.
lunes, 3 de mayo de 2010
viernes, 30 de abril de 2010
Una cuota de escepticismo puede ser saludable
¿Existe un solo estilo de vida que resulta adecuado para asegurarse el gozar de buena salud? ¿Es el enfermo culpable de su enfermedad, de su falta de previsión? ¿Cuáles son las limitaciones del conocimiento que surge de aplicar métodos epidemiológicos en cuanto a la relación entre comportamientos habituales y salud? Escepticemia, la siempre interesante columna de DOYMA, nos convoca a reflexionar sobre estas cuestiones.
“La noción de estilo de vida se encuentra tan a gusto y tan bien instalada en la medicina que actualmente se nos antoja casi imposible entender la salud y la enfermedad sin su ayuda. Sin embargo, el concepto de estilo de vida o life style es relativamente nuevo, pues empezó a utilizarse hace poco más de medio siglo en EE UU para ilustrar que las personas pueden exhibir muy diferentes comportamientos en asuntos tan cotidianos como la alimentación, el vestido, las relaciones personales, el consumo, el sexo o el empleo del tiempo de ocio, todo ello como reflejo no sólo de su clase social sino también de sus valores y creencias.
Aunque siempre ha habido diferencias de hábitos y actitudes, hasta el siglo XX los grupos humanos eran relativamente homogéneos; sólo desde entonces, con la ampliación y diversificación del abanico de opciones, empezó a cobrar sentido el estudio de los distintos estilos de vida.
En el campo de la medicina, la epidemiología se ha empleado a fondo en las últimas décadas hasta establecer que algunos comportamientos o hábitos son nocivos para la salud, ya sea el tabaquismo o el sedentarismo. La familiaridad con la que actualmente se habla de factores de riesgo o se etiquetan ciertos estilos de vida como saludables o nocivos es, pues, el fruto aparentemente maduro de muchos estudios epidemiológicos.
El término bioestilismo parece referirse al estudio de los estilos de vida, pero este concepto fue acuñado por el médico checo Petr Skrabanek (1940-1994) para designar la hegemonía de cierta idea estadounidense de estilo de vida aplicada a la salud. El incisivo Skrabanek fue, en este sentido, el primero en alertar sobre los peligros inherentes a una posible dictadura del healthy way of life, como por ejemplo el suponer que hay muchos estilos de vida nocivos pero sólo uno saludable (consistente en no fumar, evitar los alimentos con colesterol, tener relaciones monógamas, machacarse haciendo jogging y aerobic, tomar fibra dietética, etc.), el considerar la salud como un deber de todo buen ciudadano, o el dar por sentado que el enfermo es culpable de su enfermedad por no haber adoptado a tiempo las medidas necesarias para prevenirla.
Este discurso quizá haya sido desproporcionado, pero sin duda ha servido para ponernos en guardia frente a los excesos de la medicina preventiva y matizar que el enfermo es sólo hasta cierto punto responsable de su salud. Ciertamente, la epidemiología ha dado menos frutos de los esperados y sólo permite hacer contadas recomendaciones sobre estilos de vida. Ir más allá, sí sería caer en el bioestilismo contra el que nos prevenía Skrabanek.”
Fuente:
“Escepticemia. La medicina vista desde Internet y pasada por el saludable filtro del escepticismo.”
Bioestilismo
Autor: Gonzalo Casino
Viernes , 30 de Diciembre de 2005
DOYMA ediciones
jueves, 29 de abril de 2010
SALUD Y BIENESTAR
Supón que tienes tus aspectos físicos, mentales y sociales en total equilibrio, según lo concibe la OMS. ¿Crees que ello es suficiente para tener un completo bienestar? «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». OMS
Para mí el Bienestar además de necesita de los siguientes componentes: Subjetivo-social, felicidad, calidad de vida, estilos de vida diferencias de género y satisfacción personal.
El bienestar es una experiencia humana vinculada al presente, pero también con proyección al futuro, pues se produce justamente por el logro de bienes. Es en este sentido que el bienestar surge del balance entre las expectativas (proyección de futuro) y los logros (valoración del presente), lo que muchos autores llaman satisfacción, en las áreas de mayor interés para el ser humano y que son el trabajo, la familia, la salud, las condiciones materiales de vida, las relaciones interpersonales, y las relaciones sexuales y afectivas con la pareja. Esa satisfacción con la vida surge a punto de partida de una transacción entre el individuo y su entorno micro y macrosocial, donde se incluyen las condiciones objetivas materiales y sociales, que brindan al hombre determinadas oportunidades para la realización personal.
Son suficientes en sentido general pero también se puede decir que la salud tiene un componente social (y de género) importante. La salud de mujeres y hombres es diferente pero también es desigual. El hecho de que sea diferente, es un hecho de naturaleza biológica, porque hay factores de tipo genético y sexual, como la carga hormonal, función de los órganos genitales femeninos y masculinos o las características fisiológicas que se manifiestan de forma diferente en mujeres y hombres y tienen consecuencias diferentes en su salud (riesgos de enfermedad, contagio, evoluciones, etc.). Frente a esta diferencia biológica, hasta hace pocos años, poco se podía hacer. Actualmente y gracias a los avances médicos (en cirugía, genética, tratamiento hormonal, etc.) también se puede intervenir consiguiendo resultados positivos en algunos campos (operaciones de cambio de sexo, tratamientos de fertilidad y esterilidad, etc.).
Pero la desigualdad en la salud de mujeres y hombres, no tiene ninguna base biológica, sino que se asienta sobre el sistema sexo/género que discrimina a las mujeres en casi todos los ámbitos de la vida, incluido también el de la salud. El hecho de la existencia de diferencias biológicas entre mujeres y hombres no justifica la desigualdad en el acceso y disfrute de la salud.
El bienestar subjetivo enfatiza un carácter vivencial en su sentido más amplio, aunque resulta imprescindible esclarecer su vínculo con otras categorías de carácter más social. El término bienestar psicológico ha sido utilizado como sinónimo de bienestar subjetivo; de hecho ambos términos están estrechamente relacionados. El bienestar psicológico puede ser considerado como la parte del bienestar que compone el nivel psicológico, siendo el bienestar general o bienestar subjetivo el que está compuesto por otras influencias, como por ejemplo la satisfacción de necesidades fisiológicas.
Por otra parte, el modo de vida, es una categoría también estrechamente relacionada con la calidad de vida y el bienestar. Este es ante todo un concepto sociológico que se conceptualiza como la expresión integrada de la influencia socioeconómica en el conjunto de formas de la actividad vital, en la vida cotidiana de los individuos, grupos y clases sociales. Él sintetiza en la actividad vital del hombre lo biológico y lo social. El modo de vida caracteriza las principales propiedades existentes en una determinada sociedad.
En el abordaje de la calidad de vida, los indicadores objetivos resultan necesarios, pero requieren de un complemento indispensable: el distinguir cómo se expresan estos valores sociales en el individuo y cuán importantes resultan para él.
Un gran saludo.
Para mí el Bienestar además de necesita de los siguientes componentes: Subjetivo-social, felicidad, calidad de vida, estilos de vida diferencias de género y satisfacción personal.
El bienestar es una experiencia humana vinculada al presente, pero también con proyección al futuro, pues se produce justamente por el logro de bienes. Es en este sentido que el bienestar surge del balance entre las expectativas (proyección de futuro) y los logros (valoración del presente), lo que muchos autores llaman satisfacción, en las áreas de mayor interés para el ser humano y que son el trabajo, la familia, la salud, las condiciones materiales de vida, las relaciones interpersonales, y las relaciones sexuales y afectivas con la pareja. Esa satisfacción con la vida surge a punto de partida de una transacción entre el individuo y su entorno micro y macrosocial, donde se incluyen las condiciones objetivas materiales y sociales, que brindan al hombre determinadas oportunidades para la realización personal.
Son suficientes en sentido general pero también se puede decir que la salud tiene un componente social (y de género) importante. La salud de mujeres y hombres es diferente pero también es desigual. El hecho de que sea diferente, es un hecho de naturaleza biológica, porque hay factores de tipo genético y sexual, como la carga hormonal, función de los órganos genitales femeninos y masculinos o las características fisiológicas que se manifiestan de forma diferente en mujeres y hombres y tienen consecuencias diferentes en su salud (riesgos de enfermedad, contagio, evoluciones, etc.). Frente a esta diferencia biológica, hasta hace pocos años, poco se podía hacer. Actualmente y gracias a los avances médicos (en cirugía, genética, tratamiento hormonal, etc.) también se puede intervenir consiguiendo resultados positivos en algunos campos (operaciones de cambio de sexo, tratamientos de fertilidad y esterilidad, etc.).
Pero la desigualdad en la salud de mujeres y hombres, no tiene ninguna base biológica, sino que se asienta sobre el sistema sexo/género que discrimina a las mujeres en casi todos los ámbitos de la vida, incluido también el de la salud. El hecho de la existencia de diferencias biológicas entre mujeres y hombres no justifica la desigualdad en el acceso y disfrute de la salud.
El bienestar subjetivo enfatiza un carácter vivencial en su sentido más amplio, aunque resulta imprescindible esclarecer su vínculo con otras categorías de carácter más social. El término bienestar psicológico ha sido utilizado como sinónimo de bienestar subjetivo; de hecho ambos términos están estrechamente relacionados. El bienestar psicológico puede ser considerado como la parte del bienestar que compone el nivel psicológico, siendo el bienestar general o bienestar subjetivo el que está compuesto por otras influencias, como por ejemplo la satisfacción de necesidades fisiológicas.
Por otra parte, el modo de vida, es una categoría también estrechamente relacionada con la calidad de vida y el bienestar. Este es ante todo un concepto sociológico que se conceptualiza como la expresión integrada de la influencia socioeconómica en el conjunto de formas de la actividad vital, en la vida cotidiana de los individuos, grupos y clases sociales. Él sintetiza en la actividad vital del hombre lo biológico y lo social. El modo de vida caracteriza las principales propiedades existentes en una determinada sociedad.
En el abordaje de la calidad de vida, los indicadores objetivos resultan necesarios, pero requieren de un complemento indispensable: el distinguir cómo se expresan estos valores sociales en el individuo y cuán importantes resultan para él.
Un gran saludo.
miércoles, 28 de abril de 2010
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